jueves, 29 de octubre de 2015

LA INICIACIÓN DE LA CHARRERÍA



La charrería originalmente se desarrolló en las haciendas de México, donde los trabajadores intentaban vencer a otros con sus habilidades de montaje y lazado, lo cual transformó estas tareas en una forma de arte.
Con la disolución de las haciendas, después de la Revolución Mexicana, la charrería pasó a ser un deporte con competencias formales llamadas “charreadas”.
La música de mariachi y la charrería están entrelazadas. Ambas tradiciones se desarrollaron simultáneamente en el occidente de México.
 La música tradicional en las charreadas está a cargo de mariachis, quienes se visten como charros pero con colores más brillantes y con más adornos.
La popularidad del cine mexicano contribuyó a la imagen del charro y solidificó su relación con la música de mariachi. Los actores mexicanos Jorge Negrete y Pedro Infante encarnaban a charros en las películas de las décadas de 1940 y 1950, glorificando la imagen del charro noble que representaba fuerza, masculinidad y todo lo mexicano.
Asiste a una charreada durante tu visita a Guadalajara para vivir esta manifestación cultural en carne propia.
Dentro de las competencias hay nueve eventos diferentes, llamados suertes, más un evento para mujeres jinetes, llamado “escaramuza”.
Hay reglas estrictas y los charros reciben calificaciones basándose en la velocidad, estilo y precisión.
El evento puede durar varias horas, así que compra una bebida fría y unas botanas a los vendedores ambulantes, y sorpréndete con las habilidades, la velocidad y valentía de los competidores.
Además del aspecto competitivo, la charreada es un evento festivo que implica música y comida.
Para la mejor muestra de la charrería asiste al Campeonato Nacional Charro, llevado a cabo en Guadalajara como parte del Encuentro Internacional del Mariachi y la Charrería cada mes de septiembre.
Los mejores mariachis y charros de todo el mundo se dan cita para este evento, el cual también incluye conciertos y un gran desfile que recorre las calles del centro histórico de Guadalajara.

domingo, 25 de octubre de 2015

UN CANTO PARA EL CAPULÍN



Caballo prieto azabache, 
como olvidarte te debo la vida. 
Cuando iban a fusilarme, 
las fuerzas leales de Pancho Villa. 
Fue aquella noche nublada, 
una avanzada me sorprendioooo. 


Y...después de... de...sar...marme, 
fui condenado al paredón. 
Ya cuando estuve en capilla, 
le dijo villa a su asistente, 
me apartas ese caballo 
por educado y obediente. 


Sabia que no iba a escaparme, 
solo pensaba en mi salvación, 
Y...tu mi prie...to… a... za… bache 
también pensaste igual que yo. 


Recuerdo que me dijeron 
pide un deseo pa' justiciarte 
yo quiero morir monta'o en mi caballo 
prieto azabache. 


Y cuando en ti me montaron 
y prepararon, la ejecucución, 
mi...voz...de man...do… es… peraste 
te abalanzaste sobre el pelotón. 


Con tres balazos de máuser, 
corriste azabache, salvando mi vida, 
lo que tu hiciste conmigo 
caballo amigo no se me olvida. 
No pude salvar la tuya, 
y la amargura me hace llorar, 
por eso prie...to a… za...bache, 
no he de olvidarte nunca jamás.