miércoles, 5 de noviembre de 2014

CUANDO LOS PEQUES SE VUELVEN CHARROS

Normalmente en todas las Asociaciones de Charros, se le pone mucha atención a que los niños y las niñas, vayan aprendiendo las suertes charras.



Ellos, desde que tuvieron uso de razón, vieron a papá y a mamá montados a caballo. 

Asistieron a las charreadas, y admiraron la destreza de sus padres, montados a caballo.

Por esto, en todas las Asociaciones se organizan las escuelas de Charrería, porque esta tradición es heredada de padres a hijos que nos identifica como Mexicanos.

Lo primero es aprender a montar en sus cuacos. Siempre deberán de portar el traje de charro, o el vestido de Adelita.



Las niñas, lo primero que quieren hacer es formar una pequeña escaramuza, pues se emocionan con las maniobras del “Carrusel” que ejecutan las chicas mayores.

A los niños, les atrae el floreo de la chavinda, por eso los veremos con una reata en la mano.



Para cuando ya tienen cierta destreza para conducir a su penco, los profesores charros, los acercan a los toros, y así poco a poco se animan, a efectuar los primeros pasos del coleadero.



A muchos jovencitos les atrae el baile folklórico, por eso aprenden a bailar, y así ellos son los que engalanan cada charreada, cuando el del micrófono grita: “Saquen las tarimas”



Gracias a estas escuelas de Charrería, se cumple con los siguientes objetivos:

1.- Se fomenta, difunde y dignifica el ejercicio de la Charrería en todas sus manifestaciones.

2.- Se da un correcto conocimiento acerca de: Las costumbres charras, la vestimenta, las cabalgaduras y todo lo relacionado con este deporte nacional.

3.- Se estimula el cariño y los cuidados que se deben dar a todas las cabalgaduras.

4.- Se impulsan las prácticas, concursos, torneos, competencias esperando la premiación a su actividad charra.

5.- Se logra a través de estas escuelas charras, no nada más una acción deportiva, sino que se enaltecen los valores del mexicano.

Por eso invitamos a todo charro y charra que impulsen esta linda actividad en sus hijos.


No hay comentarios:

Publicar un comentario