La vestimenta del charro
mexicano es tan característica que ha llegado a distinguirse a nivel mundial y
a identificar a México casi en cualquier lugar del mundo. Desde los inicios de
la Colonia hasta la actualidad ha llamado la
atención la elegante originalidad del traje campirano de México.
La indumentaria de los
charros se originó durante la Colonia, influido fundamentalmente por el traje
de los aldeanos de Salamanca, en España, de quienes adoptó asimismo el nombre
de "Charro", pero
revitalizado con el aporte de los jinetes navarros y andaluces, que en gran
número formaron parte de los conquistadores, y cuya huella principal está en el
sombrero.
Actualmente, se han
perdido por completo las características de las prendas de aquella época. Procesos
evolutivos naturales, las necesidades peculiares del medio ambiente; la
extensión del territorio han determinado la existencia de modalidades diversas
en los usos y costumbres de los charros, que convergen en el fondo y difieren
en su aspecto, creando distintos estilos regionales, estimulados principalmente
por el clima y la topografía.
En la época colonial, los
rancheros ricos usaban los atavíos de sus antecesores que cabalgaban "A la
jineta", modalidad ecuestre consistente en hacer correr, parar y girar el
caballo bruscamente. Usando bridas muy cortas, el caballo tenía que revolverse
y marchar de uno a otro lado, incluso hacia atrás, con gran agilidad y
presteza, y todo ello mediante la ayuda de pies, piernas y rodillas así como de
la mano izquierda.
Después adoptaron la
indumentaria que consistía en un "coleto" que era una chaqueta muy
corta, pantalones bastante amplios con tapabalazos; calzoneras de casimir, con
botones de plata en los costados y en el tapabalazo; y en la parte inferior que
dejaba al descubierto del calzón, este lucía bordado, deshilado y otras
delicadas labores. El sombrero era parecido al cordobés. Calzaban zapatos
"de ala" o botas de gamuza.
Los caporales, los
mayordomos, etcétera, usaban la cotona y la calzonera, ambas de gruesa gamuza.
La cotona en un principio llegaba hasta la cintura, pero posteriormente se fue
acortando hasta convertirse a mediados del siglo XIX, en una tira antiestética
de no más de veinte centímetros de ancho, algo así como un brassiere. Después
desapareció de la indumentaria de los charros y arrieros, que también la
usaban.
Las botas de campana, que
eran de gamuza, fueron prendas características de aquella época se enrollaban
en la parte inferior de las piernas, a manera de polainas. Había lujosas, cinceladas
y bordadas. Se sujetaban por medio de correas llamadas ataderos, cuyas
extremidades, adornadas también, eran confeccionadas por mujeres mexicanas. Los
chinacos usaron la indumentaria descrita en el último término, pero desprovista
de alegorías.
El sombrero estilo chinaco, de copa baja y cuatro pedradas, con toquilla gruesa de
calabrote o de chorizo, fue una prenda atractiva.
Con la caída del imperio alrededor
de 1890 las prendas fueron sustituidas por las que conocemos ahora dando lugar
a la evolución más importante del traje de charro. La modificación más notable,
fue la del sombrero de copa alta y falda corta, que sustituyó al chinaco.
En nuestra época los
estilos regionales que han destacado son: en la región fronteriza del norte,
especialmente en Chihuahua y Coahuila, la presentación del charro
del campo o sea el vaquero, con influencia de cowboy, la cual se hizo más
notable después de la Revolución. Este
jinete usa por lo regular sombrero texano o charro, de falda mediana; chamarra
o yompa blusa, pantalón flojo, chaparreras o mitazas y borceguíes o botines.
En Tamaulipas prevalece
un estilo parecido al anterior, con la diferencia principal en la chamarra,
pues la tamaulipeca es por lo regular de gamuza, adornada con flecos de la
misma piel.
En el sur la indumentaria
habitual consiste en sombrero de charro de falda bastante grande, chaqueta
corta, pantalón muy ajustado y botines.
Entre la gente con pocos
recursos, se usa el sombrero de palma, blusa y calzón blanco, zapatos de
munición y muchas veces huaraches.
Aquí no son muy usuales
las chaparreras pues los vaqueros usan una especie de capas de gamuzas,
llamadas cueras que les cubren casi todo el cuerpo.
En la parte occidental,
principalmente al sur de Jalisco, a principios de siglo el
traje que se usaba se componía de sombrero de zoyate de levantada lorenzana,
camisa de manta, chaqueta de cuero, calzoneras, cuya parte media dejaba
descubierta el albo, calzón y botas de color bayo, actualmente se han
incorporado a los usos de vestir de los charros de la Mesa Central.
En el sector altiplánico,
sobre todo en la capital del país, se conserva un estilo que es considerado
como prototipo de la indumentaria del charro, clasificable en tres categorías: de faena, de media gala y de gala. Esta
última se subdivide en traje de etiqueta y traje de
ceremonia, con este último no se puede montar.
El sombrero
Podrá ser liso de fieltro,
de pelo, palma, con chapetas o sin elllas, que de llevarlas serán de cuero,
hueso, gamuza o plata, hasta cuatro pedradas, toquilla, de calabrote, sencilla,
o galoneado, de acuerdo con el traje, la falda arriscada de atrás y plana o
ligeramente levantada de adelante en los tipos Jalisco, Pachuqueño, Poblano o
San Luis, con galón o sin galón, dependiendo del conjunto.
La camisa
Blanca o de colores serios
al estilo pachuqueño con el cuello pegado tipo militar. Si se usa chaqueta el
cuello será pegado y volteado tipo civil. Si es de tipo civil sin el corte
charro no deberá quitarse la chaqueta.
La chaqueta
Lisa, de tela, jerga,
gamuza, casimir, con adornos o sin ellos, que pueden ser cachiruleados con
botones, de tres y hasta seis presillas en cada manga y broche en el pecho, de
cuerno, hueso, gamuza o plata.
Cuando se use camisa de
tipo civil no deberá quitarse, ya que será motivo de descalificación.
Deberá cubrir diez
centímetros abajo de la cintura.
El chaleco
Liso, de tela, jerga,
gamuza o casimir, con adornos o sin ellos, que pueden ser cachiruleados con
botones de tela, cuerno, hueso, gamuza o plata. Cuando se use no deberá
quitarse la chaqueta ya que será motivo de descalificación.
La
corbata de de moño (humita) y La faja o ceñidor
Se usarán
según la categoría y serán de tela, gamuza o piel en colores serios, haciendo
juego entre sí.
El cinto
o cinturón
Con
carrillera o sin ella, se puede usar pistola o no, pero de usarse, la funda del
revólver deberá hacer juego entre sí, con el mismo material de las chaparreras,
correones, montura, cabezada y demás arreos.
El pantalón
De corte charro, con
aletón o sin él, de tela, jerga, gamuza o casimir, lisos o con adornos de
gamuza o cachiruleados.
Si se llevan de tres y
hasta seis mancuernas de cada lado en la parte superior que pueden ser de
cuero, gamuza, hueso o plata, sin bolsa atrás.
Los
botines
Serán de
estilo charro, tacón espuelero, liso de una pieza, de clase de becerro o
gamuza, los colores preferidos son: negro, café o bayos.
Las
chaparreras
Para
competencias, siempre se usarán chaparreras, pueden ser lisas o bordadas,
cuidando que los aletones, contrafajas y cuadrileras sean iguales, para que se
peguen bien a la ropa del charro, son necesarias dos correas, de gamuza, una a
cada lado partiendo de la orilla superior de cada cuadrilera, y que se abroche
de atrás.
Las espuelas
Plateadas
de preferencia de las llamadas coleadoras, es decir, de espiga y rodaja
pequeñas, taconeras, de preferencia haciendo juego con el herraje de la silla.
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