miércoles, 27 de mayo de 2015

LA JOVERA

Claro que mi hermano Antonio no se quiso quedar atrás. Un día que me acompaño a una práctica de Charrería y que yo lleve al Capulín, cuando regresamos a casa le dijo a mi Señor Padre: “Apá, yo también quiero un caballo como el de pancho, pues también quiero ser charro”

Y allá fue mi Padre, al rancho Bucareli de la tía Angelita, y mi tío Antonio le regalo una yegua par mi hermano Toño.

Esta es la yegua con la que mi hermano se hizo charro.



El color de la yegua era Overo, es decir: la mayor parte de color alazán con un entrepelado blanco.

Y empezaron las cosas charras también para mi hermano: La montura para la yegua, la caballeriza en la huerta junto a la caballeriza del capulín, doble ración de alfalfa. El traje de charro para mi hermano.

Y mi padre aunque no montó, se hizo charro también, pues era el del micrófono en las charreadas, era el juez en las competencias.

Ah, que lindos años pasamos mi hermano Toño y yo montados a caballo y aventando la reata a toros y yeguas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario