Que la yegua palomina no me obedezca al calar, pero que tu cara divina, no me impida contemplar...
Pa´ los charros de años, puro caballo educado, para el charro joven las potrancas como Tú...
Yo he hecho el paso de la muerte y jineteado a los toros más bravos, pero ninguno me hizo temblar como lo hicieron tus ojitos...
Cuando vayas a San Julián y pases por San Jacinto, no enamores mujer casada, ni montes caballo pinto...
Acostándome con luz, no me importa que me apaguen la vela...
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