Tienes
hermosas virtudes, mas
no te quiero por eso; si otras
fueran tus virtudes,
yo te
seguiría queriendo.
Tienes
algunos defectos, mas
no te quiero por eso; pues con
ellos o sin ellos yo te seguiré
queriendo.
Has
dado a luz a mis hijos, mas no te quiero por eso; si
no tuviéramos hijos yo te
seguiría queriendo.
Eres
mi apoyo constante, mas no te quiero por eso; si
apoyarme no pudieras yo te
seguiría queriendo.
Me
fascina acariciarte, me encanta hacerte el amor, más no te quiero por eso;
si algo me impidiera hacerlo yo te seguiría queriendo.
Tenemos
los mismos gustos: la
música, los caballos, la
charrería y muchos más, mas no te
quiero por eso; aunque fueran
diferentes yo te seguiría
queriendo.
Compartimos
un destino, mas no te quiero por
eso; si tu camino y el mío
por azares de la vida toman rumbos diferentes, y espero nunca suceda, yo te seguiría queriendo.
Me
preguntarás entonces ¿Por qué te quiero?, pues mira, porque nací para amarte, y
en ello quiero gastar palmo
a palmo de mi vida.
Te
seguiré queriendo porque soy charro y tu eres mi china y montas muy bien a caballo.
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