miércoles, 30 de abril de 2014

EL TRAJE DE CHARRO



La vestimenta del charro mexicano es tan característica que ha llegado a distinguirse a nivel mundial y a identificar a México casi en cualquier lugar del mundo. Desde los inicios de la Colonia hasta la actualidad ha llamado la atención la elegante originalidad del traje campirano de México.

La indumentaria de los charros se originó durante la Colonia, influido fundamentalmente por el traje de los aldeanos de Salamanca, en España, de quienes adoptó asimismo el nombre de "Charro", pero revitalizado con el aporte de los jinetes navarros y andaluces, que en gran número formaron parte de los conquistadores, y cuya huella principal está en el sombrero.

Actualmente, se han perdido por completo las características de las prendas de aquella época. Procesos evolutivos naturales,  las necesidades peculiares del medio ambiente; la extensión del territorio han determinado la existencia de modalidades diversas en los usos y costumbres de los charros, que convergen en el fondo y difieren en su aspecto, creando distintos estilos regionales, estimulados principalmente por el clima y la topografía.

En la época colonial, los rancheros ricos usaban los atavíos de sus antecesores que cabalgaban "A la jineta", modalidad ecuestre consistente en hacer correr, parar y girar el caballo bruscamente. Usando bridas muy cortas, el caballo tenía que revolverse y marchar de uno a otro lado, incluso hacia atrás, con gran agilidad y presteza, y todo ello mediante la ayuda de pies, piernas y rodillas así como de la mano izquierda.

Después adoptaron la indumentaria que consistía en un "coleto" que era una chaqueta muy corta, pantalones bastante amplios con tapabalazos; calzoneras de casimir, con botones de plata en los costados y en el tapabalazo; y en la parte inferior que dejaba al descubierto del calzón, este lucía bordado, deshilado y otras delicadas labores. El sombrero era parecido al cordobés. Calzaban zapatos "de ala" o botas de gamuza.

Los caporales, los mayordomos, etcétera, usaban la cotona y la calzonera, ambas de gruesa gamuza. La cotona en un principio llegaba hasta la cintura, pero posteriormente se fue acortando hasta convertirse a mediados del siglo XIX, en una tira antiestética de no más de veinte centímetros de ancho, algo así como un brassiere. Después desapareció de la indumentaria de los charros y arrieros,  que también la usaban.

Las botas de campana, que eran de gamuza, fueron prendas características de aquella época se enrollaban en la parte inferior de las piernas, a manera de polainas. Había lujosas, cinceladas y bordadas. Se sujetaban por medio de correas llamadas ataderos, cuyas extremidades, adornadas también, eran confeccionadas por mujeres mexicanas. Los chinacos usaron la indumentaria descrita en el último término, pero desprovista de alegorías.

El sombrero estilo chinaco, de copa baja y cuatro pedradas, con toquilla gruesa de calabrote o de chorizo, fue una prenda atractiva.

Con la caída del imperio alrededor de 1890 las prendas fueron sustituidas por las que conocemos ahora dando lugar a la evolución más importante del traje de charro. La modificación más notable, fue la del sombrero de copa alta y falda corta, que sustituyó al chinaco.

En nuestra época los estilos regionales que han destacado son: en la región fronteriza del norte, especialmente en Chihuahua y Coahuila, la presentación del charro del campo o sea el vaquero, con influencia de cowboy, la cual se hizo más notable después de la Revolución. Este jinete usa por lo regular sombrero texano o charro, de falda mediana; chamarra o yompa blusa, pantalón flojo, chaparreras o mitazas y borceguíes o botines.

En Tamaulipas prevalece un estilo parecido al anterior, con la diferencia principal en la chamarra, pues la tamaulipeca es por lo regular de gamuza, adornada con flecos de la misma piel.

En el sur la indumentaria habitual consiste en sombrero de charro de falda bastante grande, chaqueta corta, pantalón muy ajustado y botines.

Entre la gente con pocos recursos, se usa el sombrero de palma, blusa y calzón blanco, zapatos de munición y muchas veces huaraches.

Aquí no son muy usuales las chaparreras pues los vaqueros usan una especie de capas de gamuzas, llamadas cueras que les cubren casi todo el cuerpo.

En la parte occidental, principalmente al sur de Jalisco, a principios de siglo el traje que se usaba se componía de sombrero de zoyate de levantada lorenzana, camisa de manta, chaqueta de cuero, calzoneras, cuya parte media dejaba descubierta el albo, calzón y botas de color bayo, actualmente se han incorporado a los usos de vestir de los charros de la Mesa Central.

En el sector altiplánico, sobre todo en la capital del país, se conserva un estilo que es considerado como prototipo de la indumentaria del charro, clasificable en tres categorías: de faena, de media gala y de gala. Esta última se subdivide en traje de etiqueta y traje  de ceremonia, con este último no se puede montar.


El sombrero



Podrá ser liso de fieltro, de pelo, palma, con chapetas o sin elllas, que de llevarlas serán de cuero, hueso, gamuza o plata, hasta cuatro pedradas, toquilla, de calabrote, sencilla, o galoneado, de acuerdo con el traje, la falda arriscada de atrás y plana o ligeramente levantada de adelante en los tipos Jalisco, Pachuqueño, Poblano o San Luis, con galón o sin galón, dependiendo del conjunto.

La camisa



Blanca o de colores serios al estilo pachuqueño con el cuello pegado tipo militar. Si se usa chaqueta el cuello será pegado y volteado tipo civil. Si es de tipo civil sin el corte charro no deberá quitarse la chaqueta.

La chaqueta



Lisa, de tela, jerga, gamuza, casimir, con adornos o sin ellos, que pueden ser cachiruleados con botones, de tres y hasta seis presillas en cada manga y broche en el pecho, de cuerno, hueso, gamuza o plata.

Cuando se use camisa de tipo civil no deberá quitarse, ya que será motivo de descalificación.

Deberá cubrir diez centímetros abajo de la cintura.

El chaleco



Liso, de tela, jerga, gamuza o casimir, con adornos o sin ellos, que pueden ser cachiruleados con botones de tela, cuerno, hueso, gamuza o plata. Cuando se use no deberá quitarse la chaqueta ya que será motivo de descalificación.

La corbata de de moño (humita) y La faja o ceñidor



Se usarán según la categoría y serán de tela, gamuza o piel en colores serios, haciendo juego entre sí.

El cinto o cinturón



Con carrillera o sin ella, se puede usar pistola o no, pero de usarse, la funda del revólver deberá hacer juego entre sí, con el mismo material de las chaparreras, correones, montura, cabezada y demás arreos.

El pantalón



De corte charro, con aletón o sin él, de tela, jerga, gamuza o casimir, lisos o con adornos de gamuza o cachiruleados.

Si se llevan de tres y hasta seis mancuernas de cada lado en la parte superior que pueden ser de cuero, gamuza, hueso o plata, sin bolsa atrás.

Los botines



Serán de estilo charro, tacón espuelero, liso de una pieza, de clase de becerro o gamuza, los colores preferidos son: negro, café o bayos.

Las chaparreras



Para competencias, siempre se usarán chaparreras, pueden ser lisas o bordadas, cuidando que los aletones, contrafajas y cuadrileras sean iguales, para que se peguen bien a la ropa del charro, son necesarias dos correas, de gamuza, una a cada lado partiendo de la orilla superior de cada cuadrilera, y que se abroche de atrás.

Las espuelas



Plateadas de preferencia de las llamadas coleadoras, es decir, de espiga y rodaja pequeñas, taconeras, de preferencia haciendo juego con el herraje de la silla.


lunes, 7 de abril de 2014

EL PELAJE DE LOS CABALLOS


Mi caballo Capulín era un caballo prieto azabache de gran alzada, tresalbo, con estrella en la cabeza, muy payaso y retozón en los desfiles y las charreadas, es por eso que le brindo este artículo acerca de los pelajes de los cuacos.

Los caballos muestran una gran variedad de colores de capa y de marcas distintivas que dan lugar a un amplio vocabulario descriptivo especializado. A menudo se clasifica antes por el color de su capa que por su raza o sexo.

Los cuacos del mismo color de capa se pueden distinguir por alguna marca blanca dsitribuida a lo largo de sus cuerpos que junto con los patrones moteados, se heredan de forma independiente del color de la capña.

Se han identificado muchos genes que dan diferentes colores a la capa de los caballos, aunque continúan las investigaciones para identificar los de más factores que dan origen a distintos rasgos. Una de las primeras relaciones genéticas que se entendieron fue la existente entgre el color rojizo y el negro que está controlado por el receptor de melanocortina. Otros controlan el moteado, el intercambio de pelos blancos, la dilución del color y otros efectos que crean las docenas posibles colores de la capa de los pencos.

Las capas alazana, castaña y prieta son los colores básicos. Estos colores son modificados por lo menos diez genes que crean el resto de los colores como el palomino, el bayo, o los patrones de manchas como los pintos y los overos.

No todos los cuacos blancos tienen una capa blanca de nacimiento, a menudo los caballos blancos de mediana edad eran caballos grises al nacer con un tono más oscuro y se vuelven grises con la edad y ambos tienen la piel negra bajo sus capas de pelo blanco. Solo los caballos que nacen con la capa blanca tienen la piel rosada, algo que es una carcateristica rara.

Caballo alazán
Caballo alazán

Capas

La capa de un caballo es la coloración general del pelaje. Cuando hablamos de capa a veces hay que diferenciar los colores de la crin y la cola, y si le cambia el color cuando es joven. Las capas principales son las siguientes, si bien hay muchas variaciones de cada una:
  • Alazán: crin y cuerpo de tono marrón claro o rojizo, como pelirrojo.
  • Albino: no es un verdadero color de capa sino un defecto genético transmisible a la descendencia. Carece de un gen encargado de metabolizar el aminoácido tirosina, cuya cascada de reacciones químicas debe culminar produciendo el pigmento melanina. La falta de melanina produce caballos blancos y de ojos rojos, albinos, que son hipersensibles a la luz. Los caballos con albinismo parcial o total (tobianos parcialmente albinos) no se utilizan como reproductores y se consideran defectuosos.
  • Bayo: blanco amarillento.
  • Blanco: es una capa difícil de encontrar; todo el cuerpo debe ser de color blanco, sin ningún otro tono.
  • Castaño, mulato o zaino: marrón oscuro, a veces casi negro; crin y cola pardas o negras.
  • Isabelo: cuerpo de color crema y la crin y la cola de un color más oscuro, pero es distinto a un caballo que posee una capa baya.
  • Negro: capa de color negro. Se admiten zonas blancas en pies y cabeza.
  • Palomino: marrón muy claro, cola y crin blancas o claras. Esta capa es poco común, pero suele ser muy apreciada en algunas razas.
  • Pío: capa de dos colores, raramente tres, en forma de manchas. Blanco y negro (pío negro); blanco y rojo (pío alazán), etc. Existen numerosos variantes según el tamaño y forma de las manchas (overo, tobiano, apalusa, etc.).
  • Ruano: tiene pelos entremezclados de distintos colores que pueden ir desde el alazán hasta el blanco o el negro, con diversos tonos.
  • Tordillo: no es completamente blanco, sino una mezcla de pelos blancos, grises y negros. Dependiendo de los tonos oscuros y su distribución, hay diferentes tipos. Nace negro o de otra capa y va aclarándose con el tiempo hasta volverse blanco. Debajo del pelo blanco se puede apreciar que la piel es negra.
Una capa uniforme es aquella que no tiene pelos de otro color.

Manchas

  • Manchas de color blanco en capas más o menos oscuras. Destacan en la cabeza y en las extremidades. Hay manchas de diferentes tipos y tamaños, los tipos de manchas son los siguientes:
La “raya de mula” es una línea oscura que recorre toda la zona de la espina dorsal del caballo, desde la cruz hasta la cola.
Capas y marcas
En la cabeza
  • Barra o cordón: tiene una línea blanca de los ojos al hocico, pudiendo ser más o menos ancha.
  • Cabeza de moro: la cabeza es de un tono más oscuro que el cuerpo.
  • Carablanca: la parte frontal de la cara es totalmente blanca, incluyendo la zona de los ojos.
  • Careto: tiene una mancha blanca que se va ensanchando desde la frente hasta el hocico.
  • Corte: tiene una mancha blanca en el hocico.
  • Lucero: tiene una mancha blanca en la frente, que puede ser en rombo, en media luna, en cruz, etc.
En las extremidades
  • Cuando algunas extremidades son blancas, el caballo se denomina albo y se diferencian en:
  • Calzado alto: va desde el casco hasta el codo o la rodilla.
  • Calzado medio: va desde el casco hasta la mitad de la caña.
  • Calzado bajo: va desde el casco hasta el menudillo.
  • Calcetín: fina línea junto al casco.
Se dice que un caballo está armiñado cuando tiene alrededor de su corona manchas negras.
En cualquier caso se dirá entonces que el caballo está “calzado de…”, pero cuando hay más de una extremidad, diremos que el caballo es:
  • Unialbo: cuando sólo calza una extremidad, independientemente de cuál sea.
  • Dosalbo: cuando calza dos extremidades, independientemente de cuáles sean.
  • Trialbo: cuando calza tres extremidades.
  • Cuatrialbo: cuando calza las cuatro.
Remolinos
Variación de la dirección del crecimiento del pelo en zonas concretas del cuerpo como en la cruz.
Espejuelos
Zonas de córnea blanda en la parte interna de las extremidades, se los supone vestigios del meñique (quinto dedo a la altura de las rodillas y los corvejones.
Clasificación de colores según American Quarter Horse Association (AQHA):
Colores y marcas en los caballos

Colores y marcas en los caballos
 La yegua de mi hermano era de color overo, o sea entrepelado el alazan con el blanco. "Bonita Orejona"