viernes, 26 de febrero de 2016

LA FELICIDAD DEL CAPULÍN



Que feliz era mi cuaco, cuando salíamos al monte y yo le cantaba...

"Nació bajo de una higuera su madre fue yegua fina, le llamaban la catrina yo le puse el cantador. Fue un potrillo compadrillo de otro caballo cualquiera y como yo lo hice mío resultó muy corredor. 

Que bonito, mi caballo, era mi amigo mas fiel, ligerito como el rayo, era de muy buena ley. Cuando era de falsa rienda daba ventaja a su madre, muy pronto dejo a su padre con dos cuerpos le gano. 

Era de pelo retinto dos salvos con un lucero, muy fachoso y mitotero y lindo de corazón. 

Que bonito, mi caballo, era mi amigo mas fiel, ligerito como el rayo era de muy buena ley. 


Nació bajo de una higuera y en el potrero quedo que lastima que muriera mi compañero mejor. 

Por eso cuando el sol ya muere y la luna va salir me voy hasta aquel potrero mis recuerdos a vivir que bonito, mi caballo era mi amigo mas fiel ligerito como el rayo era de muy buena ley" 

viernes, 19 de febrero de 2016

QUE LINDAS SON LAS BODAS CHARRAS

Dieron las once treinta de la mañana, y las campanas de Catedral tocaron la primera llamada para la misa de las doce.

Ese domingo, en la Catedral se celebraba una boda al puro estilo mexicano. Se escucharon los cascos de un caballo tordillo, el cual era montado por un charro vestido de gala, quien al llegar a la entrada del atrio de la Catedral, entró, desmontó, ató al tordillo a la reja y sonando sus espuelas entro en el recinto del templo.

Se dirigió al altar, y se detuvo junto a los reclinatorios que esperaban a los novios, su corazón palpitaba por la emoción de la espera de su prometida.

Faltando cinco minutos para la tercera llamada, se escuchó el acercarse de una carreta.



El sacerdote ya se encontraba en la puerta del templo y vio como de esa carreta bajaba la novia quien era acompañada por su padre, quienes entraron al templo precedido por el cura.



La ceremonia empezó a las doce en punto y todos los invitados tomaron sus asientos. El mariachi acompañó con sus notas los cantos de la misa.

Al final de ella todos los invitados incluyéndome yo acompañamos a la pareja hasta el casino charro que se encuentra junto al lienzo.

Muchos charros como yo fuimos montados hasta el casino, detrás de la carreta donde iban los novios.



Ya en el casino y al son del mariachi, brindamos con un buen tequila reposado por la felicidad de la pareja, y empezó a llegar la barbacoa, el mole y la carnitas.

Empezó el baile y nos retiramos del casino ya entrada la noche. Salud por los novios.