jueves, 20 de agosto de 2015

LOS LIPIZZANOS

Mi caballo “CAPULÍN” es un cuaco prieto azabache, bueno para la fiesta Charra.



Sin embargo hay una raza de caballos que son utilizados para la monta a la alta escuela, estos son los caballos LIPIZZANOS.



Durante cuatro siglos se ha formado y consolidado el caballo de raza lipizzana, que se originó en la dura tierra del Carso, en Lipica pronunciado Lipitza, Eslovenia. Ya en los tiempos de los romanos se hablaba mucho sobre el caballo cársico, el antepasado del lipizzano, que habitaba los yermos pastos de esta región. La sangre del caballo tordillo del Carso se había mezclado con la de los caballos españoles, napolitanos, árabes y de Kladruber. Así nació el lipizzano de hoy, conocido por su blanca belleza, por su inteligencia y por su movimiento su atracción se encuentra justamente en su movimiento armónico


En el siglo XVI las tierras eslovenas pertenecían a la monarquía austriaca de los Habsburgo. La monarquía era grande y para poder dominarla, los caballos fueron indispensables para las necesidades de la corte, para los transportes, el correo –y también para la Escuela Española de Equitación. Como la cría caballar española, que fue la más importante y distinguida en la Europa occidental y central, empezó a decaer, la monarquía austriaca decidió independizarse y crear su propia cría de caballos.


Por estas razones el archiduque austriaco Carlos II entronizado príncipe de las regiones eslovenas bajo la corona austriaca, compró el 19 de mayo de 1580 el pueblo de Lipica con sus alrededores estando convencido de que el terreno cársico se parecía al terreno andaluz e italiano, así como la caballeriza con su rebaño de caballos cársicos. Así empezaron con la cría de los caballos de la primera clase. Al principio la llamaron «caballos de raza cársica de cría lipizzana», sin embargo, hace doscientos años cambiaron el nombre en «Lipizzano» según el pueblo Lipizza


El lipizzano figura entre las razas de caballo más antiguas del mundo. Tiene una altura de entre 155 y 160 cm, la cabeza es noble, de frente ancha, el cuello « de cisne » es largo y musculoso y aunque el Lipizzano no es uno de los caballos más altos, la forma de su cuello lo hace aún más elegante; la espalda es bastante larga, pero fuerte; la grupa es recta, las piernas son un poco más cortas con las articulaciones bien formadas y uñas fuertes. Los ojos son brillantes y vivos, mirada inteligente, las orejas bien proporcionadas, de tamaño mediano y los ollares son anchos.


Aunque siempre relacionamos los lipizzanos con el color blanco de su piel, o al menos gris claro la única deseada por sus criadores, no siempre es así. Los lipizzanos pueden ser frecuentemente gris oscuro, negros, marrón-grises o marrones oscuros. Lo que sí es verdad es que todos nacen muy oscuros y al crecer su piel se vuelve cada vez más clara. Unos se vuelven blancos ya a la edad de 3 ó 4 años, otros a más de 15 años.


El Lipizzano tiene un carácter bondadoso y alegre. Necesita mucha atención y se acostumbra con mucho cariño a su dueño o entrenador. Si se llega a establecer una amistad fuerte con ese caballo, será capaz de hacer mucho. Sin embargo, si se le descuida e ignora, se convierte en una criatura bastante indomable porque su inteligencia emocional está muy bien desarrollada. Para su raza antigua es típica una madurez bastante tardía, longevidad, modestia y perseverancia. Tradicionalmente es distinguido como un caballo para el adiestramiento la equitación clásica y tiro ligero representativo. Por su paso resuelto y armónico, su longevidad, capacidad de aprender y conductibilidad excepcional, es más adecuado para las escuelas de adiestramiento del alto nivel que otras razas.

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