lunes, 25 de agosto de 2014

UNA ORACIÓN DEL CAPULÍN




Señor que no me corten la Crin ni me pongan aparejo, que no me ensille un catrín ni que me monte un pendejo. 

Que no me peguen al carro, ni me prendan al arado. Yo le sirva a un buen soldado o aun Charro que sea cabal, como Francisco Lavín que use riendas y bozal con un perfecto acabado. 

Que no me pongan grupera porque tal vez no convenga. Quien buena grupera tenga la guarde pa' el día del juicio si no es mucho sacrificio, porque se van a escasear y ese día no va a encontrar la grupera que le venga. 

Que no me deje sudado ni me bañe a mediodía necesito el agua fría, la mugre y las garrapatas son mis peores acicates que yo no le desearía. 

Quiero una caballeriza: mas que camisa y alfombra yo necesito la sombra. Que no me monte borracho será lo que haga más gacho, si de a caballo se nombra. 

Que me trate como a él lo haya tratado su padre, su más querido compadre, su tío, su hermana, su hermano, que demuestre que es humano si hay maltrato es un cobarde. 


Que no me compre un señor que de hombre traiga el disfraz ni me presten a tarugos, que son los que abundan más. 

Ante Dios todo se inclina Señor toda mi oración, es mensaje de ocasión al Deporte Mexicano, bendícelo con tu mano y dale campo de acción, y si es Charro, mil veces mejor.

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