viernes, 23 de septiembre de 2011

CUANDO CALABA AL CAPULÍN



Una de las suertes que me gustaba hacer con mi cuaco era su Cala. La Cala del caballo es la demostración de la buena rienda del penco, la buena educación del caballo charro, la cual comprende brío, buen gobierno, estribo, mansedumbre, andadura, galope, carrera, ceja y posturas de cabeza y cola. Para esto el Capulín me dió muchas satisfacciones. Yo me presentaba delante del público, bien ajuareado, dentro del rectángulo que se ve en la imagen, saludaba al público, daba media vuelta y soltándole la rienda a mi cuaco, este partía al galope hacia el partidero del lienzo. Ahí le daba vuelta al Capulín y esperaba un minuto para hacerlo que se calmara. Entonces sin darle cuarta, el caballo arrancaba a todo galope hacia el centro del ruedo y al llegar de nuevo al rectángulo lo rayaba. O sea, lo detenía sobre sus cuartos traseros, el animal se tenía que parar en tres trancos y dejaba para ésto, tres pares de rayas. Después lo colocaba en el centro del rectángulo y lo hacia girar dos o tres veces hacia su derecha y luego hacia su izquierda, el caballo debe de pivotear sobre la pata trasera del lado del giro. Al término de los giros, lo hacía dar medios lados, o sea cambiar de posición 180 grados a la derecha y a la izquierda. Al terminar de dar estos medios lados, detenía al Capulín y lo empezaba a cejar hacia el partidero del lienzo, o sea que camanira hacia atras reculando en linea recta. Finalmente regresabamos al rectángulo al paso del caballo y saludando al público terminaba con la Cala.

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