martes, 27 de septiembre de 2011

CUANDO DON SALVADOR ALVAREZ CANTABA







Como no recordar al presidente de la Asociación de Charros de la Laguna, Don Salvador Álvarez que cada vez que sacaban las tarimas, para que yo bailara algún son con la Domi, ya fuera el son de la Negra o el Jarabe Tapatío, él de inmediato pedía el micrófono y se ponía a cantar. Una de sus canciones favoritas y que me cantaba, a mí era: "El Cantador" me pedía que me montara en el Capulín que me parara en medio del ruedo y que pusiera a mi cuaco a bailar, ya les comenté que el Capulín era muy bailador, se movía mucho en un mismo lugar, levantando sus patas y dando pequeños giros a los lados. La canción que Don Salvador me cantaba dice así:




Nacio bajo de una higuera, su madre fue yegua fina, la llamaban la Catrina, yo le puse el Capulín. Era un potrillo con más brío que otro caballo cualquiera, Y como yo lo hice mío resulto muy corredor.



Era lindo, mi caballo. Era mi amigo más fiel. Ligerito, como el rayo era de muy buena ley.



Cuando era de falsa rienda, daba ventaja a su madre, muy pronto dejo a su padre, con dos cuerpos le gano. Era de pelo azabache dosalbo y con un lucero, muy fachoso y mitotero y lindo de corazón.



Era lindo, mi caballo, era mi amigo más fiel, ligerito, como el rayo, era de muy buena ley.



Nació bajo de una higuera y en el potrero quedó, que lástima que muriera mi compañero mejor.



Por eso cuando el sol muere y la luna va a salir, me voy hasta aquel potrero mis recuerdos a vivir.



Era lindo, mi caballo, era mi amigo más fiel.



Ligerito como el rayo, era de muy buena ley.






Nunca supe a quien le aplaudía más la gente, si al cantador: Don Salvador o al bailador: el Capulín.


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